EL CORAZÓN ES UN DULCE

Técnica acuarela.

El corazón es un dulce explora la dualidad entre la ternura y la vulnerabilidad emocional. La figura central, de mirada ambigua y cabello rojo intenso, sostiene un dulce con forma de corazón entre los labios, un gesto que oscila entre la inocencia y la provocación. Los colores cálidos y contrastantes —particularmente los rojos vibrantes— evocan tanto la pasión como la fragilidad del deseo.

La técnica de acuarela crea una textura delicada, casi translúcida, que acentúa la tensión entre lo efímero y lo intenso. El uso del color en los reflejos del rostro y la mano sugiere una atmósfera onírica, invitando al espectador a reflexionar sobre cómo el amor y el placer pueden ser, a la vez, dulces y efímeros.